La probabilidad de que un secreto trascienda es proporcional al cuadrado del número de personas que lo conocen. - CIA, primera regla de seguridad -

Según tengo oído, dos personas cualquiera tienen al menos seis en común.

(Seis canicas, seis sombrillas, seis castañas)Seis personas, digo.

Luego, para una persona cualquiera que vaya por viaje de negocios (o placer) a un monte anónimo, resulta basicamente imposible mantener en secreto su estancia en tan idílico paraje natural.Puede ser, que no lo sé, que el primo del amigo de la ex del amigo de mi novio fuera amigo de uno que presúntamente suele ir por viaje de negocios a dicho monte, en cuyo caso una servidora podría decir (como est´a diciendo ahora) que se rumorea que un chico est´a trabajando en el anónimo monte. Y sería así, literal, porque yo no tengo porqué saber (ni lo sé) la identidad del amigo del primo que es amigo de la ex del amigo de mi novio.

Y a callar. Que yo no he dicho nada.

#1

Lo malo de mirar por la ventana durante un buen rato es que puedes terminar viendo a gente que no quisieras ver. Gente conocida. Gente odiosa, por la que rezas para no cruzártela ni una vez. Ahí están, en tu calle. Paseando su gordo culo y su poca clase por tu zona, por tu acera, entrando en tus tiendas. Paseando su ropa, su mal gusto. Esas mismas sandalias terribles que llevaba aquella vez que te cruzaste con ella, hace unos años. Esas sandalias tan horribles, tan planas, que enfatizaban (y enfatizan) el enorme grosor y falta de forma de sus terribles piernas. Aquella vez te diste cuenta por primera vez de cuán grande era su trasero. Pero esta tarde, desde tu ventana, no te parece que tenga un tipo gracioso. Hoy te da asco su enorme culazo. No sabe vestir, o quizá se enorgullece de su obesidad (lo cual te duele aún más) y por eso viste de esa forma. Con esa falda larga de colores que la terminan de convertir en una maldita mesa camilla. ¿Y ese top? Niña, se te van a desbordar las tetas. No me... Dios, ¡tápate esos brazos!

El culo comienza exactamente en la cintura y sus pechos terminan en el ombligo. Parece un monigote de Mingote.

Al poco tiempo aparece un chico. Parece su novio. Y te preguntas cómo cojones puede estar follándose a eso.

Piensas, cómo pudo haber estado tu novio follándose a eso.

Piensas si te pareces a ella. Te preguntas si ella es mejor.

Eso son los celos.